De lo que nos vuelve vulnerables…

Quizás los apegos en mi no sé desarrollaron. A estas alturas no sé si es bueno o malo. Si alguien me dice: ‘Me voy a ir de tu vida’ fácilmente puedo decir: ‘¡Vete!’ ¿Es esto lo que se llama vulnerabilidad de la vida?
Ahora no es tan fácil como antes. Antes no me importaba, pero ahora puedo sentir la ausencia en lo más profundo de mi ser y eso es lo que no me gusta ni me hace feliz. Es eso lo que de vez en cuando me vuelve vulnerable.
¿Cuando los padres se hacen viejos cambia la manera en qué nos relacionamos con ellos? ¿Acaso todas las madres y padres tienen episodios dónde claramente entra el chantaje de: ¡’Voy a irme de la casa’! si no haces esto u lo otro? ¿Qué sienten ellos cuando llegan a la edad dónde se les pintan las canas? ¿Es acaso que suelen sentirse desamparados y cómo un estorbo para sus hijos y para los demás? ¿Quién les enseñó qué es así cómo deben sentirse?
Está semana navegue entre la incertidumbre de no saber que sucede cuando llegas a esa edad y empiezas a depender de los demás y la necesidad de nunca dejar que nadie ni nada acapare mi vida y se vuelva el centro de atención.
En mi corazón hay tantos sentimientos encontrados. Lo que tengo claro es que la sociedad en general está mal. Se enseña a los jóvenes que deben ser padres para que tengan hijos que los cuiden cuando sean mayores; los hijos crecen con esta idea y si no se les retribuye a los padres de acuerdo a éstos estándares entonces eres mal visto o incluso eres un mal hijo(a).
Y no me malinterpreten, una cosa es el amor filial y los cuidados y el amor que se deben proporcionar a una persona mayor y otra cosa es el hecho de querer ser el centro de atención, porque cuando hacemos eso, minimizamos al otro, haciéndole sentir que es “su deber”. Tan claro como eso: El amor no busca lo suyo.
Quiero una sociedad en dónde nadie tenga que depender de otro para sentirse bien, amado o valioso. No importa si eres un hijo, una hija, una madre, un padre; todos necesitamos amor pero desde la libertad. La libertad que nos permite nunca dejar de ser nosotros mismos. Para mí, esa es la base del amor…
Desde aquí una hija que intenta entender como jugar este rol sin que eso signifique falta de amor o de compromiso hacia sus padres… Sin que eso me vuelva vulnerable…