Mi sentir,  Yoga para mortales

Yoga para mortales.

Cuando era niña y hasta la edad de 10 años vivi en una burbuja… Mis padres siempre me decían: 
No juegues con eso, porque te vas a lastimar…
No te subas a ese árbol, porque te vas a caer…
No juegues en ese charco, porque te vas a resfriar…
No juegues con tierra, porque te vas a enfermar…
Y así fue esa parte de mi vida… No… Y No… Y No… Y las veces que lo intenté me lastimaba, me caía, me resfriaba y me enfermaba.
Cuando empecé a correr hace cinco años y decidí cambiar mis hábitos de alimentación y por consiguiente empecé a bajar de peso, mi madre y el resto de la familia empezó a decirme: Vas a quedar esquelética y sha la la la…
Pero en esta ocasión ya estaba grandecita y no me importó lo que me decían los demás.. . Fue por esos años en qué por primera vez jugué básquet, fútbol y también en un entrenamiento nos llovió muy fuerte. Y sí, al siguiente día amanecí con moretones, casi sin poder moverme y con una gripe y fiebre infernal. Le llamé a una amiga y le dije: ¿Qué hago? Si me ven enferma, no quiero imaginarme el sermón. Ella me dijo: No le digas a tu familia como te sientes y vente hoy para la casa que “aquí se te quita”. Me fui a su casa… Por suerte, era temporada de lluvias y los días que nos tocaba entrenar, lo hicimos bajo la lluvia y por increíble que en ese entonces me parecía todo… la fiebre y el resfriado se fueron para siempre. Allí supe la verdad. Su madre me explicó que “los que vivimos en una burbuja” cuando somos niños generalmente solemos enfermarnos más, por todo, porque nuestro cuerpo no ha desarrollado las defensas necesarias para combatir esos percances. 
Ese día cuando volví para mí casa, investigué y descubrí que todo era verdad. 
Ese día decidi dejar muchos de mis miedos atrás y me propuse hacer las cosas diferentes; y si me daba miedo; hacerlas, aún con el miedo más terrible que pudiera sentir. Mi mente cambio y cada logro me volvía poderosa. 
El 2017 fue un año muy bueno para mí en el área profesional y en el aspecto fisiológico. Tuve trabajo y mucha salud y felicidad. Pero me faltó coraje para concluir algo en el aspecto deportivo (ese algo lo contaré algún día, ahora no estoy preparada aún para decirlo). Muchos miedos me vencieron y también vencí a muchos más. Una de las cosas que quise hacer este año fue subirme a un árbol, pero no puede treparme, el miedo me alcanzó. Por eso cuando vi la convocatoria de #YogaParaMortales dije: ¿Yoga? Sí, yoga… ¿Por qué no? Me inscribí justo cuando estaban por cerrar la convocatoria. Los días pasaron y cuando enviaron el calendario del primer mes, o sea el de Enero dije: O sea… No se pasen… 😱😱😱
Pero si el 2017 fue mi año, en el 2018 voy a conquistar el mundo.
Y aquí me tienen… Con esta pose que pensé ni en mis sueños poder hacerla. Cuando calentaba en los estiramientos pensé: ¡Vamos Dinora, tú puedes. Sin miedo, con ganas!
Empezamos… Me dije: Concentrate. ¡TÚ PUEDES!. Eres Nora…
Mis piernas respondían y no sentí la cadera a punto de venirse. Pero mis brazos y mis muñecas quemaban muy fuerte. Sólo me dije: Aguanta un poco más. Aguanté. Las fotos son como finalmente hice la pose. En esta primera vez descubrí con mucho más entusiasmo que la mente es poderosa. Mientras trataba de enderezarme un poco , sostenida en la “pared” que tenía como soporte, me paso por la mente: No puedes, te vas a caer y te vas a lastimar. Fue un segundo… pero me dije: No, no escuches. Concentrate, puedes hacerlo. Y pues, alli tienen las fotos… 
La pose no es perfecta, me falta mucho, es apenas mi primer intento, pero no voy a parar. 
Mi mantra de este año dice: “¿Qué pasa, si no paro?” Yeiiiii!!! No voy a parar… Nos vemos el 31 de diciembre del 2018.


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