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Teotihuacán.

Dicen que en lengua náhuatl Teotihuacán significa: El lugar dónde los hombres se convierten en dioses. Siempre había tenido curiosidad por venir y visitar este lugar pero nunca se me había hecho. Y cuando al fin tuve la confirmación de qué en esta ocasión vendría a la Ciudad de México otra vez, dije: Está vez si tienes que ir… 


Y me vine con ese objetivo en mente: Visitar Teotihuacán. Me vine en Metro y es toda una experiencia. Lo que más me gustó antes de llegar a la Terminal de Autobuses del Norte fue el pasaje de la estación del Metro: La Raza… Amé el túnel de la ciencia… Simplemente me encantó… Muy bellas frases para reflexionar y poner en práctica. 


El Autobús que nos llevaría a las pirámides tiene el nombre de Teotihuacanos y por tan sólo $100.00 tenía boletos de ida y vuelta. Wooooow!! Realmente increíble. 

El viaje de la Ciudad de México desde la Terminal de Autobuses del Norte hasta las Pirámides dura aproximadamente una hora a hora y media (dependiendo del tráfico). Se pasa una delegación que se llama Ecatepec y aunque no la conozco me emocionó mucho ver sus casitas de color rosa, blanco y azul, realmente se me hizo precioso. 
La cuota para entrar a las Pirámides es de $70.00. Y lo primero que vi fue a los voladores de Papantla en plena acción. Luego camine por lo que allí le dicen el Pasaje de los muertos para llegar finalmente a la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna. Son construcciones muy bellas arquitectónicamente hablando. Me impresionó mucho el hecho de que hayan resistido con tanta vehemencia el paso de los años, me parece increíble que pese a todo permanezcan casi intactas. Y wooooow!! Pienso que eran personas sumamente inteligentes para el tiempo en que ellos vivieron. 
Cuando estaba en la cumbre de la Pirámide del Sol, pensé muchas cosas; pero también le agradecí a la Vida por darme la oportunidad de conocer a un Dios real, justo, bueno y que se interesa por mí. Yo no creo en las religiones, y por lo mismo no tengo una religión en particular, creo que la religión y la política son muy parecidas, ambas cambian de color según les convenga; y por eso no me gustan. Me gusta creer en un Dios real, que está aquí; conmigo, ahora y en todo momento. No puedo entender porque la mayoría de las religiones hablan acerca de sacrificios y montes o montañas para adorar, de “protocolos” muchas veces sin sentido y sin una pizca de corazón y humanidad. En fin… Muchas cosas de esas pensé… Y me sentí profundamente afortunada…
Fue una experiencia muy enriquecedora porque me sentí tan feliz y agradecida de que un día Dios me encontrará y me ofreciera otro modo de vivir; sin tabús, ni exigencias que nada tienen que ver con adoración.
Les comparto algunas de las fotos de ese día:


Voladores de Papantla.
Por el pasaje de los Muertos. 
Al fondo: Pirámide del Sol. 
Pirámide de la Luna. 


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